Robert James Fischer nació el 9 de Marzo de 1943, en Chicago (Estados Unidos). Falleció el 17 de Enero de 2008, en Reykjavik (Islandia).
Fischer aprendió a jugar al ajedrez con 6 años, él junto con su hermana se iniciaron leyendo el folleto que venía junto al juego, desde entonces no paró de pensar en las 64 casillas y las 24 piezas que forman el ajedrez, una pasión que por momentos llego a ser enfermiza. Por ejemplo, a los 12 años se nego a ir al colegio, según le dijo a su madre "prefiero ser el mejor jugador de ajedrez del mundo, que uno más entre muchos con cualquier carrera"
Bobby era un niño prodigio, tenía un cociente intelectual de 184, más incluso que Einstein. Aun así sus comienzos en el ajedrez no fueron lo buenos que se podría esperar. De todas formas los exitos no tardaron mucho en llegar, a los 15 años y 6 meses obtuvo el título de Gran Maestro, siendo el jugador más joven de la historia en lograrlo, mérito que ya ha sido superado. Hoy en día, con la ayuda de los ordenadores, de los entrenadores y con la multitud de torneos que se juegan al mes, se puede lograr dicho título a edades más tempranas.
Fischer empezó a cosechar resultados impensables para una persona con tan poco experiencia, hecho que comenzó a llamar la atención de la comunidad ajedrecística. Su talento le llevo a adoptar el mote de el Mozart del ajedrez.
Tenía un estilo de juego muy agresivo, no dudaba en utilizar combinaciones eléctricas para romper la defensa rival. El único objetivo era la victoria y no le importaba la manera de llegar a ella.
En 1956 jugó su mejor partida (D. Byrne - B. Fischer), esta partida fue bautizada como "la inmortal del Siglo XX". No hay que olvidar que Fischer solo tenía 13 años cuando jugó esta increible partida de ajedrez.
1957 fue su gran año, varias vistorias en su país le permitieron jugar los torneos internacionales que le acercaban a lograr su sueño, ser el Campeón del Mundo.
Tratemos ahora un rasgo que, por fortuna o por desgracia, le acompaño siempre, la polemica. Fischer fue famoso por sus exigencias a los organizadores de los torneos, a los que volvía locos, con peticiones que podían variar en cuestión de horas. Además sus declaraciones nunca dejaban indiferente a nadie, siempre demostrando una ilimitada confianza en si mismo, aunque en ocasiones se metía en auténticos atolladeros al mostrar sus opinienes políticas.
Pero todo parecía secundario para Bobby, su única meta era llegar a ser campeón del mundo y su gran momento llego en el año 1971.
Tras proclamarse campeón del mundo, Fischer no volvería a participar en ningún torneo más. Sus desavenencias con la FIDE eran totales y se negó a defender el título ante Anatoly Karpov. Es una pena no haber podido ver el enfrentamiento entre Fischer y Karpov y Kasparov, lo que nos habría dado una idea más clara de su verdadero potencial.
Para desgracia del ajedrez, desapareció sin que nadie supiese nada de él. A partir de ese momento sólo volvió a dar señales de vida por algún escandalo que otro. En 1977 Fischer volvió a sentarse ante un tablero para enfrentarse al ordenador MacHack en un duelo a 3 partidas. El acuerdo estipulaba que las partidas serían secretas, pero alguién las filtró. Fischer arrasó 3-0, lo que demostraba que las computadoras aun se encontraban lejos de poder ganar a un humano.
Spassky contra Fisher (Yugoslavia 1992) |
También opinaba que la teoría de aperturas mataba la creatividad, lo que le llevó a crear una nueva forma de jugar al ajedrez, el sistema Random. Dicha modalidad consistía en una colocación diferente de las piezas, los peones se colocan igual, el resto de piezas se decidía por sorteo antes del comienzo.
Fischer siempre fue un personaje peculiar, nadie puede negar que demostró ser una persona íntegra, fiel a sus ideas. Una de ellas era la sinceridad, intenaba no mentir nunca. Una prueba de ello nos la dio al principio de su carrera, su madre había conseguido un contrato por 500 $ para que Bobby protagonizase un anuncio de pianos, pero Fischer no sabía tocarlo y se negó a hacerlo porque no quería engañar al público. Algo parecido le ocurrió poco antes de su partida con Spassky, una marca de productos para el cabello le ofreció una suma muy alta de dinero por anunciar sus productos, por supuesto, Fischer se negó aduciendo que él no usaba ninguna crema para el cabello, por lo que no podía aparecer en un anuncio fingiendo que las utilizaba.
Fischer dió la espalda al mundo, manteniéndose al margen de la sociedad, empezó a tener comportamientos extraños que no fueron entendidos. Tras perder gran parte de su patrimonio empezó a vivir como un vagabundo, malviviendo con la escasa pensión que recbia de la ciudad de Pasadena, negándose a regresar al ajedrez o aceptar ofertas publicitarias. Se sabe que llegó a ser detenido por la policía de esta ciudad acusado de vagabundo y de ser sospechoso de robo.
De vez en cuando aparecía en algún periodico, siempre en términos muy polémicos. La mayoría de las veces lo hacia para dar alguna opinión política, para criticar alguna acción de su país con la que no estaba de acuerdo o para arremeter con gran violencia verbal contra los judios.
En 1992 se le prohibió la entrada en los Estados Unidos ya que tenía pendiente una condena de 10 años de prisión. De este modo, nunca regresó a su patria, comenzando a deambular por distintos países donde no corriese el riesgo de ser extraditado.
Realmente se podía apreciar el deterioro de su mente y las manías persecutorias que sufría, acrecentadas por las continuas complicaciones a las que tenía que hacer frente. Por ejemplo, su agente subastó todas sus pertenencias, que tenía guardadas en un almacén de Pasadena, sin su permiso y no le dio nada a Fischer por ello. Perdió muchos recuerdos de su época de jugador de ajedrez, lo que le encolerizó, aunque su reacción fue desmedida, ya que lo achacó a una conspiración de los judíos, a los que atacó con insultos gravísimos y acusaciones no menos importantes, como denuinciar la no existencia real del holocausto. No se quedó ahí, también declaró otras extravagancias sorprendentes, como que las partidas entre Karpov y Kasparov estaban amañadas.
Los problemas siguieron persiguiéndole y en el año 2006 fue detenido en el aeropuerto de Tokio por llevar el pasaorte caducado. Los Estados Unidos reaccionaron con rapidez y pidieron su extradición por lo ocurrido en Yugoslavia 1992. Al final el asunto tuvo un final feliz e Islandia acogió a Fischer, que pudo esquivar la carcel una vez más.
El 18 de enero de 2008 una noticia se propagó como la pólvora, Bobby Fischer había fallecido por una insuficiencia renal.
Bibliografía:
"Los niños prodigio del ajedrez" - Pablo Morán
"Bobby Fischer I, II y III" - Bobby Fischer
"Bobby Fischer el mozart del ajedrez" - Javier Cordero Fernandez
No hay comentarios:
Publicar un comentario